Transcribimos la fenomenal crónica que D. Miguel Güeto nos envió en referencia a un nuevo encuentro de la numerosa familia Güeto en torno a María Santísima de la Sierra, junto con fotografías de la excepcional jornada de convivencia que pudieron disfrutar:

Los días 20 y 21 de Agosto y tras la emblemática Romería de Votos y Promesas, la familia Güeto ha celebrado su encuentro bianual que desde hace veinte años nos convoca en el Santuario de María Santísima de la Sierra, con el objetivo de realizar una convivencia en la que compartir nuestro sentimiento de ser una familia con fuertes lazos que desea mantener y que sus valores se trasmitan a las generaciones que vienen detrás.

Para celebrar este encuentro siempre hemos tenido muy claro que el marco ideal era la Ermita de nuestra Patrona, porque es ella la que mas nos une e identifica a los miembros de nuestra familia que vivimos en Cabra y a los que hace años que viven fuera de nuestra tierra, vínculos con la Virgen de la Sierra que desde nuestra infancia hemos ido fortaleciendo de manos de nuestros abuelos y de nuestros padres.

Las actividades se iniciaron el sábado día 20 con la entrega de ramos de flores y carta de reconocimiento a los que han participado en nuestros encuentros y por enfermedad no nos pueden acompañar; a continuación se llevaron a cabo las actividades culturales previstas, dentro de nuestro objetivo de conocer la comarca, este año nos desplazamos a la hermana población de Zuheros, donde recorrimos sus calles, visitamos la Cueva de los Murciélagos y contemplamos el imponente cañón del rio Bailón.

El domingo, a las 7 de la mañana animosos jóvenes y no tan jóvenes iniciaron el camino de la ermita desde la plaza de la Barriada Virgen de la Sierra; a las 12 celebramos la Eucaristía, presidida por José Juan Jiménez Güeto, recordamos nuestros difuntos mas recientes, culminando la misma con la Presentación a la Virgen y a nuestra familia de los niños y niñas nacidos durante los últimos dos años y a los nuevos esposos.

Tras la comida que compartimos 112 comensales, participamos en juegos tradicionales y tras cantar la Salve acompañando a José Ramón Güeto Valle y dar los vivas a nuestra patrona nos despedimos con las tradicionales canciones de corro que niños y mayores compartimos mientras nos felicitábamos por las horas compartidas y nos convocábamos para dentro de dos años.