Expresión típica de la devoción mariana es la peregrinación a los santuarios.

La visita al santuario abarca el camino entero de la existencia: el desarraigo de la cotidianidad a través de una fuerte experiencia del misterio, el camino de la conversión hacia la manifestación plena del Señor.

El peregrino recorre de nuevo en la fe el itinerario realizado por María en su vida histórica, con su ejemplo y su ayuda, a fin de vivir su propia vida en la obediencia de la fe. Es una expresión característica de la piedad popular constituyendo un elemento indispensable de la vida del santuario.

Santuario Virgen de la Sierra en Cabra